En el primer texto literario conocido firmado por su autor, que no fue autor, sino autora, la acadia Enheduanna, se habla de victorias y derrotas, de lo divino y lo humano, de la mística y la política. En estos versos está todo lo que vendría después. El relato humano sigue expresándose en los mismos términos de hace 4.000 años. No hemos cambiado tanto, como tampoco perderá vigencia la imagen de la ventana tapiada de libros de un escritor en Ucrania. Crónica sobre cuando los libros sirven de refugio en todos los sentidos, literal y metafórico. Sigue leyendo
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